Una voz

Cuenta regresiva ¡El tiempo es ahora! (Dueto)

Es luz en las tinieblas, esencia de fuego divino,
una escalera más hacia la gracia,
algo que desafía toda la lógica humana,
nada detendrá su trascendental resolución.
¡Un verdadero milagro se revela!
La puerta se abre, el tormento encuentra su fin.


La oscuridad desde abajo, arrastrando ingenuos y ciegos,
los esclavos de las aguas del mal,
en el río vomitado se ahogan, las almas mueren,
es el rechazo de la verdad y su corazón.
¡Vivir bajo ataduras sombrías es tan amargo!
Engañados por un precio alto, desde el desprecio hasta el firmamento.

 

¿Veremos nuestra faz en aguas bautismales que brotan de la roca de fe?
La hipocresía y el remordimiento fueron antes nuestro rostro.
La victoria te ha sido conferida y tuya es su espada forjada en ESPÍRITU,
el mensaje nos ha sido encomendado. ¡Oh, gloria!
“¿Quién ha creído nuestro mensaje?
Fueron nuestras dolencias las que lo agobiaron”

 

No existe ni uno justo, ni uno perfecto, ni uno sublime,
el pesaje es imparcial en la mano de Dios, ¡Hemos fallado ten Misericordia!
Indecencia y perversidad cobran sus muertos a diario, mentes retorcidas,
clímax de las tinieblas, almas robadas, goces prostituidos y blasfemias,
Llamando libertad a la prisión, dictadura del pecado que injuria la carne.

 

Es entendimiento del sabio, que el tiempo es finito,
sobre un mundo disoluto que arde, son llamaradas negras.
Ha sido puesta una cuenta regresiva en lo más alto de lo divino,
La sociedad, en su umbral, en pestilencias, se hunde,
la crueldad asoma su rostro descarnado desde las ventanas,
el engaño, rey maquinado como tal ¡Salvación, no te necesitamos! Vociferan.

 

¿Quién lo diría? Vivimos en el LIBRO DE LOS LIBROS,
somos una historia que avanza hacia una conclusión;
no es tu fuerza la que te liberta, sino la voz del narrador.
El espíritu de la profecía, el Alfa y Omega, su evangelio completo,
la libertad: ¿Acaso alguien atenderá el llamado abriendo su corazón?
“Sin embargo, el SEÑOR puso sobre él los pecados de todos nosotros.”

 

Pecador fornicador es tu letargo, el alargamiento de los momentos,
que quiebran como cristal las eras, entre malignidad y prevaricación.
La guerra te ha sabido a delicia, el mundo a la catástrofe se acerca,
¡Juicio, Juicio, soberano y justo! El tiempo terminó engullendo la arena,
y pesado serás por las palabras del Justo y quienes nacen de él.
Sin escapatoria para el amante de la idólatra ramera.

 

Siente tu interior, hombre iluminado,
Hijo del Espíritu, tu premio es inestimable.
No negociarás más con la vanidad y su mercadería,
porque sabes bien que, en esta era,
solo la paciencia alarga los segundos,
pero se acabará, ¡la inminencia del juicio nos acecha!

 

Debemos reconocer y arrepentirnos,
no te vanaglories, siente el amargo sabor,
de la conciencia, ya que el tiempo es ahora,
para los insensatos que han adormecido su corazón,
por quienes se extiende la espera antes del inevitable final,
la única luz en las tinieblas es JESUCRISTO,


La palabra hecha hombre ¡Oh, Dios!

 

Este poema fue escrito en dueto con el poeta Elthan y conmigo su servidor Una voz. Dios bendiga a este portal y todos sus miembros. El tiempo está cerca.