Bhaskara

Mujer

Eres la desdicha que solo yo siento.
Eres la espada que da fin a las demás espadas.
Eres el viento austral que perfora sin titubear.
Eres el principio, el problema y el final.

Eres la quebrada baldosa irreparable del camino
cuyo dolor inerte pareciera no existir.
Eres la tímida peonía sin alba
que marca por siempre al soñador.

Eres la hoja en blanco del poeta
ansiosa por ser escrita y tachada infinitamente.
Eres el exangüe abrazo de la noche el cual nunca dejo de sentir,
que siempre me calienta en la frialdad de la penumbra.

Eres la niebla que acompaña a mi soledad
desembarcando sin permiso, y partiendo sin avisar
como aquel mar que rompe en la arena desde los albores del mundo
y que vuelve en sí para retornar con más y más fuerza.

Acaso, ¿dejarás de ser ese eterno ardor minúsculo?
Cuál cicatriz incurable que rememora el dolor pasado
y que sin esfuerzo, vuelve una y otra vez.

Eres y serás cada uno de mis débiles versos.
Eres y serás el instante de mi dicha y mi temor.
Eres y serás la tigresa blanca que me acecha día y noche.
Eres y serás mi sueño, mi olvido, y mi recuerdo.