Anne Black

Esperanza

Me acuesto sobre el sofá de una sala lejana a nuestros sueños rotos, los auriculares en mis oídos me aleja de mi presente y me trae a tu pasado. 

Siento de todo menos el cálido de tu presencia que conserva la calma cuando la necesito. 

Abro los ojos pero no te veo, solo la realidad que se presenta decidida a romperme el corazón y me empiezo a desesperar.  

¿Dónde estas? ¿A qué hora llegas? ¿A qué horas voy por ti? Vuelve pronto, no me dejes así. 

Me acuesto en el sofá y espero que te acuestes junto a mi. Me acuesto y espero ir junto a ti.  

Hay algo que me gustaría poder gritar, pues yo contigo quiero estar. 

Ya no hay versos nuevos, no hay nada más para comentar. Los pensamientos son los mismos de todos los días, mis caminatas son una rutina y recordarte mi agonía. 

¿dónde estas? ¿A qué hora llegas? ¿a que horas voy por ti? Háblame por favor, no me dejes aquí. 

Es tan real el espacio que ocupaste, que no hay con que llenarlo. Lo único que quiero es volver a estar contigo, en un lugar donde nadie nos pueda alcanzar. 

 

Me acuesto en el sofá y cierro mis ojos con la esperanza de que al abrirlos, ahi vas a estar.