No alcanzaron las noches
y el dolor se me hizo eterno,
el silencio se burló en privado
mientras la soledad me gritó a los ojos...
Sin reclamos, ese fue el trato,
soy preso de mi libertad jugando al libertinaje
mientras me digo a mi mismo que lo que viví
no era amor...
al ritmo del combate de los monosílabos
mientras se apedrea mi corazón.
Le doy el crédito prohibido
al sentimiento que despertó en mí,
mientras cierro mis ojos para esta vez
no verle partir...