Si esas alas robustas
ese cuerpo rechoncho
y ese ruido a turbinas
invención de los hombres
sabe abrirse camino
entre los nubarrones
y despejar la ruta.
¿Por qué, nosotros, leves
no podemos sentir
por entre las tormentas
el sol que nos habita?
Las rosas y las alas
son cosas que transitan
el laberinto interno
y que solo se ven,
si estamos muy atentos,
con los ojos del alma!
Andrea