Cuando tu mano cálida que sin motivo
Me rodea delicadamente la cintura
Y tus labios traviesos posan en mi nuca
Me figuro el plácido sueño de una bestia
Que al influjo de los claroscuros de la luna
De su modorra despertará hambrienta
Alimentándose golosa a dentelladas
Recorriéndome ansiosa con sus zarpas
Puedo atisbar en los efluvios de tu aliento
El rocío tenue precediendo la tormenta
Las velas del velero que se enfrenta
A las ráfagas del viento que le azota
El incremento del oleaje y su empuje
El desbordar de tu venas en mi bahía
Preludios son esos arrumacos de ternero
de su metamorfosis alentados por mis caricias
avizoro esos músculos en reposo
hinchándose imbuidos de deseo
augurando entre las sombras la embestida
del centauro que me levanta en su galope
Así emocionada por la catarsis que se avecina
Mi sonrisa cómplice promueve su venida
Una a una pasan animadas esas horas
Preludio de las delicias que se gestan
Tras la cortina que flota vaporosa
Cuando la libido fluya desbocada