🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮

Marbete a Mariana

*Marbete a Mariana*

Pontífice Mariana que gozas los amores,
aleja las infamias, tristezas y dolores.
Ya el tosco celibato presume su virtud.
Y rezan, burlan, lloran; no niegues saratana
que todas las angustias son causa de Mariana;
el ser que se deslumbra cantando su laúd.

Los atrios obedecen al nombre del dinero
y, ¿dónde está la iglesia que cuida al limosnero?
Mariana, se te olvida la esencia de sentir...
y déjame decirte con tono precavido:
ya pueblas los raudales del tiempo y el olvido,
pareces una espina que no deja vivir.

¿Adónde va el principio que tanto conociste?
La noche está muriendo y el día sigue triste,
en ti, te sobra y basta mirar la presunción:
y así, con tanto encaje presumes, suripanta
que ya eres una diosa, que ya eres una santa,
la copa sorbe al vino, mas, tú, niegas perdón.

Y dices a los diarios, que todo es tan sencillo
y hay otros que hasta afirman: «el tonto monaguillo»
se encarga de misivas, arengas del dolor.
Los diarios van a diario buscando el incensario;
y violas, y mancillas la puerta en el santuario
fingiendo de rodillas, ¡amor, amor, amor!

Las piérides se fueron, las náyades se fueron
y aquellas golondrinas, queriendo, no volvieron...
¿será que exista el miedo rayando otro desliz?
Queriendo están de vuelta las prímulas hermosas
saber si fueron lirios, saber si fueron rosas
y tú, que bien lo sabes, ocultas la raíz.

Y, si alguien quiere verle, la gran samaritana
se llama por desdicha, «Pontífice Mariana».

                            Samuel Dixon