Sutil tejida su casa
al lado del canto de Dios.
Eterno presente es la vibración.
¿Qué sentirá ella en las noches
cuando las estrellas en su espejo eterno nadan?
Es una con la cascada.
La roza, acaricia la fuente de vida
donde ha construido su casa.
¿A caso no es feliz
siendo también la que canta?
¿A caso hay casa más fresca
unida a ruiseñores y sus gargantas?
Peligro el humano sin fe
ve en sutil cristal que fluye en taraje, juncos y espadañas;
que ofrece un abrazo para amores de batracios
y otros amigos con alas.
Buen lugar ha elegido
en la confianza del Dios que teje
y con su canto la abraza.