¿No retrasar las horas?
No lograrás siquiera
detener la hecatombe.
Es imposible entonces,
tener cielos eternos.
¿No pasar por encima
de lo que tanto duele?
No demorar los pasos
ni apurar sin sentido
el sembrado de flores.
Desear siempre lo bueno
y querer escamparse,
buscando una mirada
donde poder posarse.