Humberto Gómez Sequeira

Dos lágrimas

Cuando el agua haya consumido el fuego

que avivaba el cuerpo del deseo

y la boca quebrantada

ya no pueda decir te quiero,

el ángel de la muerte,

como una mariposa,

brotará del sueño de la vida

para depositar dos lágrimas

en los ojos que perdieron su sentido.