¡¡ROJA ENREDADERA!!
Yo sigo siendo roja enredadera,
que cruza la desdicha sin consuelo.
Yo sigo siendo el musgo en primavera,
brotando como espigas en el suelo.
Madreselva esculpida como helecho,
se rompen cual hechizo y me envenena,
sin luces ni faroles en la arena,
me muero sin las flores en mi lecho.
La vida sigue siendo indiferente,
apenas fui la rueda de un molino
que quiso darle impulso a la vertiente,
y solo vi cumplirse mi destino.
Primavera sin hojas y vencida,
escena de paloma sin su nido.
Hojas secas de tarde entristecida,
y una cascada verde en el olvido.