Otxamba Quérrimo

Más cómodo sería...

¡Ay, cómo una idea fija me ha entrado en una uña!

CÉSAR VALLEJO

 

Principios de amistad

 

     MÁS CÓMODO SERÍA hacer de mi soledad libertad, de mi intimidad independencia. Pero prefiero que el instante nos sorprenda siendo cómplices de vida.

 

     Más cómodo sería, sin interferencias de otras, de otros, barbechar mis noches, mi cuerpo, en un descanso opaco. Pero prefiero perturbarlas, perturbarlo, con la amaneciente presencia del tuyo.

 

     Más cómodo sería expiar la otredánea complacencia, y así oler para mí, vestir para mí, escoger para mí… Pero prefiero, a fuerza de forzarme, descubrir, hacia ti, nuevas formas de agradarme.

 

     Más cómodo sería tripular un sueño incompartible. Pero prefiero, como una hebra de tinta ante un abismo de color, soñar, contigo, otros que se arriesguen a llevarme más lejos.

 

     Más cómodo sería, en monólogo insomne, sortear explicaciones, malentendidos, que mi criterio regentase, despóticamente, el mundo, y el gusto, y el orden. Pero prefiero abdicarlo, que me enseñes a aprender de ti y de tu también irrisoria regencia, que comunicarme sepa, más allá de a disgusto, a asombro, a ritual expansivo. 

 

     Más cómodo sería desinflar personas a los días, ponerme, a lo sumo, a mi disposición, vivir al tiempo libre, rellenarlo conmigo, conmiego, en perpetuo autoservicio, empalagármeme. Pero prefiero, incluso hoy, pastar, a discreción, momentos, sobre todo aquéllos en los que soy, como mínimo, protagonista secundario.

 

     Quiero decir que no comprendo, ¡adoro!

 

     ¡Claro que sería más cómodo remangarme tu vida hasta la ausencia! Pero —y ni yo sé por qué— prefiero asistir al posible que hogareña con la mía.

 

     En un solo verso:

     te prefiero.

 

Todavía: paráfrasis de un pronombre (2024)