Con noches tropicales
en horas del verano
apago mi pensar
y duermo relajado.
Soy en cualquier instante
amigo del silencio,
tan callado y sin voz
espero mi momento.
El bullicio y la fiesta
en julio es de locura,
se agolpan los turistas
y a todos los despluman.
Un tsunami de ruido
al alba en nuestras playas,
que pasen y disfruten
locamente y con ganas.
En días de verano
el sol reparta suerte,
dormirme hasta el otoño
nada más me apetece.