Francois Sand

Soneto VII: Entre tes lèvres vaginales

En la penumbra de tu piel gilva,

recorro el sendero de tu vulva,

donde mi pasión ardiente se salva,

y mi deseo insaciable te desenvuelva.

 

Tus labios son manantial que me enerva,

de tu cuerpo, mi amor se empapaba,

cada suspiro es un lazo que observa,

y en la llama de tu ser, mi alma acaba.

 

En la noche, tu susurro es mi guía,

cada caricia enciende mi fervor,

y en tu abrazo, encuentro mi alegría.

 

Eres el fuego que consume mi ardor,

en tu entrega, hallo mi fantasía,

mi delirio, mi pasión, mi clamor.