Ruego que este hijo nuestro, escriba como los dos,
y al mojarse en la noche en el río, haga de versos su canción.
Que las palabras fluyan en su pluma con gracia y emoción,
y que cada poema sea un eco de su alma en comunión.
Que en cada gota de agua que toca su piel,
encuentre las musas que le susurran versos al amanecer.
Que las estrellas sean su guía, en cada paso que dé,
y que sus versos despierten en otros el deseo de renacer.
Que en cada verso encuentre consuelo y esperanza,
y que su voz poética trascienda fronteras y distancia.
Que sus letras inspiren a otros a soñar y crear,
y que su pluma sea un faro de luz en medio de la oscuridad.
Que el río sea su confidente, su refugio y su musa,
donde encuentre la calma y la inspiración que busca.
Que las aguas le susurren secretos al oído,
y que sus versos fluyan como un río desbocado.
Deseo que ese hijo nuestro sea un poeta valiente,
que rompa barreras y desafíe la corriente.
Que sus versos sean un legado de amor y pasión,
y que su voz poética sea su eterna canción.
Que en cada verso encuentre su identidad,
y que su escritura sea su forma de libertad.
Que escriba con el corazón y sin temor,
y que su poesía sea un eco eterno de nuestro amor.
Padre, dota a mi hijo con tu infinito Amor,
Y llena su interior... de Poesía en Canción.