Cuando contempló la luna
no me canso de admirarla,
pero ella está tan lejos
que jamás podré alcanzarla.
Si yo pudiera volar
a la luna llegaría,
para escribirle poemas
y hasta la enamoraría.
Los poetas y enamorados
sienten gran admiración,
porque la luna siempre será
una fuente de inspiración.
No es posible imaginarse
una noche sin la luna,
pero a veces ella descansa
escondida en la espesa bruma.
La luna tiene un poder
que se siente al contemplarla
y produce tanta paz
que provoca es abrazarla.
Las noches de luna llena
no sé pueden comparar,
ni con un cielo estrellado
o un crepúsculo solar.