J.LeShamp

Rizos de fuego

Se me impregnó tu esencia devuelta, no hacían tanta falta tus cosas, hacían falta tus presencias, el otro día se me fue la luz de 7 a 8:30 y la tapita de la coca que trajiste me sirvió para poner la vela, que cosa tan chiquita ¿no? Puse una vela en una tapa, sin embargo, mi corazón se llenó de necesidad de contarte, no lo hice, me puse a escribir, mejor, tengo que dejarla ir más no quiero, jamás querré, muero por otra cita con usted, ya se lo he dicho, usted me alegra la vida, total y rotundamente, con un ruido tan fuerte que arrasa con cada silencio de mi cuerpo, ser vos, tan vos me enamora de una manera, con los clichés que hemos leído en miles de poemas, con tus risas, miradas, tus mañas, como me enamoran tu intolerancia al frío. Como tratar que alguien entienda lo sublime que se ve la llama de la vela para un pirómano en abstinencia a mí me es inexplicable expresar en palabras y letras lo mucho que la ame y lo tantísimo que aún la amo.

 

Dejarla ir, me quede con eso, pero si ya te fuiste ¿te fuiste? Si todos los días me cruzo tu nombre en todas partes, ha llegado a ser incluso irritable, lo encuentro en mis apuntes, en un tonto juego de futbol, por las esquinas de mis pensamientos, trato de descifrar si el universo me grita que te busque, que recupere tu ternura, o si estoy atrapado en una de las peores cárceles que existe, el recuerdo.

 

Honestamente quisiera volver a aquellos días donde fuimos felices rodeados de caricias y anillos de liguitas, al momento donde las canciones de Calamaro me llenaban de blandura y no eran un reflejo de mi desconsuelo, al instante en el que te preguntaba si me amabas y tu respuesta traía las certezas que había estado buscando toda mi vida, volver a ese instante en el que parecía que ese paraíso terrenal del que papá alguna vez me había contado existía, al instante en que te acurrucabas en mi pecho.

 

No dejare de extrañarla, téngalo por hecho, estos días se repiten por mi cabeza con un eco insostenible las palabras de Cortázar “si me ves por alguno de tus pensamientos, abrázame, que te extraño”.