Llegar y decir que todo es amor,
si el que ama desconoce del dolor, no se aferra a la pasión y no entiende de condición.
Llegar y decir que sientes el olor a frenesí, si en tu existir solo vives por
Vivir, sin conocer los colores de aquel viejo jardín.
Llegar y decir, que sabes amar, si tu esencia no conoce del aroma del mar, que aún estando tu alma en libertad, tu vanidad no tiene entidad.
Llegar y decir tus avenencias, con tanta demencia que desesperas a ese que interpreta los sonidos de tus cadenas que
se enlazan a tus venas.
Ahora no hay nada que decir, ya que solo queda fingir la muerte de aquel colibrí, que aún estando en su jardín, no reconoció el olor a jazmin, ya que encadenado estuvo a ti, desde el comienzo hasta su fin...
HC.