De silencio un cuerpo está marcado...
timidez...
maravillosa timidez
que siempre evita
el mirarse
frente a frente,
acompaña de rubores momentáneos
encendiendo suave rosa
unas mejillas,
aunque un cuerpo
no esquiva acercamiento,
respondiendo al abrazo
de inmediato
con un abrazo suyo reflejado...
y el beso ofrecido por los labios
que jugosos y frescos
se han brindado
es aceptado por la esencia de la vida.
Fascinante ilusión:
del hechizo,
de la luna,
de la noche
que está gélida,
espumosa,
primorosa,
enamorada,
con gotitas fantasiosas,
de los lazos
tan débiles y fuertes,
como dedos jugueteando
en el cosmos solitario,
rodeando el silencio las cosas,
de estrellas,
de finuras exploradas,
con momentos eternos,
esperando la ilusión
que ya no llega,
para encender la llama ardiente
que no quema
solo arde
cuando Eros se presenta
y tú tardas,
y el cristal resbala por el rostro
¿dónde estás?
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