Carlos Eduardo

NO ME OLVIDES

La oscuridad de nuestro interior 
está hecha de afonías enhebradas 
sutilmente en movimientos, 
en un ir y venir sin detenerse, 
va recorriendo cada uno los pasajes
de la memoria y la respiración, 
registra los segundos 
como si la vida se fuera en ello 
y esta cuenta continúa en sueño y vigilia, muda y eficaz.

 

ORACIÓN PARA QUE NO ME OLVIDES (Óscar Castro, 1910-1947)

Yo me pondré a vivir en cada rosa
y en cada lirio que tus ojos miren
y en cada trino cantaré tu nombre
para que no me olvides.

 

Si contemplas llorando las estrellas
y se te llena el alma de imposibles
es que mi soledad viene a besarte
para que no me olvides.

 

Yo pintaré de rosa el horizonte
y pintaré de azul los alelíes
y doraré de luna tus cabellos
para que no me olvides.

 

Si dormida caminas dulcemente
por un mundo de diáfanos jardines,
piensa en mi corazón que por ti sueña
para que no me olvides.

 

Y si una tarde, en un altar lejano,
de otra mano cogida te bendicen,
cuando te pongan el anillo de oro,
mi alma será una lágrima invisible
en los ojos de Cristo moribundo...

 

Para que no me olvides.

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Cierto comentario por ahí leído:

     En este bello poema el poeta invade la psique y el corazón de la amada con imágenes que la estimulan a recordarlo, lo hace musicalmente como para encantarle y pueda memorizar las diversas situaciones donde él está en espíritu vivo. Si ella, lo abandona por otro, en el momento de establecer el compromiso frente a la cruz, lo sentirá presente, así lo desea, en la representación de Cristo. El conjunto es una especie de sortilegio envolvente que culmina con la transformación del alma en una lágrima invisible en los ojos del Cristo moribundo. El poema es una flecha de Cupido, la mujer que la recibe no puede quedar impávida, le tendría que producir un estremecimiento. Si no lo consigue, no está preparada emocionalmente para calibrar la dimensión del alma del poeta. Sólo una de todas las imágenes es difícil que la amada pueda “experienciarla”: «Si dormida caminas dulcemente por un mundo de diáfanos jardines»; no obstante, al poeta su intuición le dice que su amada también es de material sensible. Todas las palabras utilizadas coinciden con el diario vivir, no hay rebuscamiento; empero las imágenes son únicas, descubiertas logrando atrapar al lector por la sencillez, lo sugerente y hermosura. El poeta no exige nada más ni nada menos que no lo olvide, ello le contentaría el corazón. Y hasta cuando, hasta el momento en que pase definitivamente a la unión espiritual con otro. Y al situar el lugar como lejano en forma tácita deja planteada una acción para recuperarla justo a tiempo. Insuficiente. Los versos hermosos son de un adolescente en las lides del amor, pues exige a la protagonista no olvidar mediante la sugestión poética derramada en matices. Comparando con un verso de Neruda, «es tan corto el amor y es tan largo el olvido», éste sería más razonable. No obstante, si se recrea el poema pensando en un amor maduro, probablemente pierda su encanto. Por ejemplo: Yo te pondré a vivir en cada rosa / Y en cada lirio que tus ojos miren/ Y en todo trino oiré tu nombre / Para que no te olvide. La forma que usan otros dramaturgos es situar el amor en otros personajes, aun siendo pueril, pasional y trágico: Romeo y Julieta. Los amantes sortean todas las barreras, pero menos la de la muerte, por error.

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