FRANCISCO CARRILLO

ENFERMO DE SEXO....

Padre¡ hoy me confieso

para curar mis pecados,

para ver si con los rezos

de alguna forma me salvo,

o quizás, por el contrario

valla derecho al infierno.

 

Pues tú dirás hijo mío¡

en confesión, yo te escucho

y si estas arrepentido,

te absuelvo lo mas seguro

ahora cuenta, que ha ocurrido?

 

Los pecados de mi cuerpo

son de carne nada mas,

son los pecados del sexo

siempre caigo y no puedo

por mas que quiero, aguantar.

 

Hijo mío¡ cuéntame

seguro no es para tanto,

otros con mas han pecado

y si han tenido fe,

con oración, yo los salvo.

 

Bueno padre, pues muy bien

veo que está preparado,

ahora le contaré

que el sexo me ha transformado

en siervo de Lucifer.

 

Las hermanas de la tienda

una soltera y casada,

las dos probaron mi cama

y aunque son buenas hermanas,

con las dos lo hice a la vez.

 

En botica, la Susana

cuando me nota muy mal,

con crema me da pasadas

y aunque no me hacen nada,

ella siempre ha de cobrar.

 

Y le pago, y muy bien

con las carnes apretadas,

a pesar de estar casada

en la barra, en la farmacia

lo hacemos de ocho a diez.

 

La Maruja, la del pan

la mujer del Isidoro,

cuando al reparto se va

y estando caliente el horno,

pues a escondidas la tomo

mientras se cuece mas pan.

 

La cartera, la del pueblo

la que va montada en moto,

con ella, a cien me pongo

y enredados en los sellos,

como jaca me la monto¡

 

A la mujer del alcalde

la verdad, que la respeto

pero me llama y me meto,

en la cama hasta que arde

disfrutando de buen sexo.

 

La maestra de la escuela

la joven, la forastera¡

no tardó en que supiera

en verdad como las gasto,

y al terminar su trabajo

me la calzo en la mesa.

 

Y que decir de las monjas

si, las mismas que usted conoce¡

de novicia a superiora

a todas he puesto a trote¡

con sus túnicas bien puestas.

 

Ahora padre¡ ya lo sabe

ya conoce mis pecados,

quizás rezando algún salve

me absuelva usted con su mano

y me libre de este mal.

 

Hijo mío¡¡ la verdad

no te noto arrepentido,

vas a volver a pecar¡

quizás, un buen exorcismo

haga falta realizar.

 

Y ahora, que te despido

mirando atrás me retiro,

porque esa enfermedad

no tiene cura, es vicio¡

y lo tuyo, no es normal.