Te amo con un fervor que no mengua,
pero a veces, amor, cuando molestas,
tus caprichos a menudo me angustian,
y en tus juegos, mi paciencia apuestas.
Tus bromas y risas, aunque bellas,
a veces, jodes más de lo que crees,
¡necesito que madurez, por favor, en ti encuentres!
que en tus acciones la calma halles.
Aunque jodes mucho, y no lo niego,
sin tus bromas no sabría vivir,
pues en tu risa hallo mi sosiego,
y a tu lado siempre quiero seguir.