La noche llega
con su reclamo.
No estás conmigo
y yo te amo.
El frío de ausencia
recio se siente.
Estás tan lejos
y tan presente.
De amor desborda
mi pecho tibio.
Saberte cerca
me trae alivio.
Más tu presencia
siempre me niegas
Y yo te espero
de amor me ciegas.
Te espero siempre
en ese abismo.
Soy una presa
de tu egoísmo.
Me quedo quieta
y el tiempo pasa.
Con cada aguja
él me traspasa.
Me deja heridas
y cicatrices.
Y días tristes
y solo grises.