Gustavo Martinez Deschamps

Sin destino

El cielo a desteñido de manera perezosa, mi casaca se entreabre por la brisa, y mi boca se agrieta, bastardeando los milagros que no son de mi entender… 

 

Risueño, he bordado ensueños coloridos, para luego atestiguar su destejer.

He intentado recoger mis lágrimas de mercurio con los dedos de mis pies descalzos y asesinos, más de una vez. 

 

Pero yo se de abrazar a postes fríos en la ebriedad, y también de cuidar las flores con cierta fe, yo soy esclavo de la carne, y quizá, no he amado más de una vez.