ALGUIEN VENDRA...
Amanece la vida y mi primer pensamiento eres tú
El café de en la mañana me sabe a ausencia de ti.
Alguien vendrá y me hará feliz para siempre y ése no serás tú…
El ir y venir de la vida me recuerda los momentos bonitos que pase contigo.
Ya no lloro por ti me acostumbre a no tenerte y la vida sin es más fácil.
Y el olvido viene con la paciencia de que un día ya no te piense.
He dejado atrás los buenos tiempos que vivimos.
He revuelto los caminos para no pasar cerca de ti.
He llorado tumbas por si alguna es la tuya.
He regado mis huesos por donde voy pasando deseando se sequen y ninguno te recuerde.
Voy viviendo mi vida sin voltear para atrás.
Las luces de la ciudad se apagaron junto con el gran amor que sentía por ti.
El volcán que me encendía pensando en ti se extinguió.
Los ríos que me llevaban a ti ya no llevan agua.
El cielo que miraba me comunicaba contigo ahora está nublado.
La cama que vacía estaba sin ti ya está ocupada y tiene otro nombre.
Viendo las estrellas la estrella me hacía soñarte y se ha apagado.
Ahora camino sola caminos nuevos olvidando tus avenidas.
Huyendo de tus ofensas oscuras y de tus miserables pensamientos.
El café se ha enfriado y se volvió amargo.
El amor se dilato entre mis piernas para no tener deseos de tenerte sobre mí.
Tanto que deseaba tus besos y ahora mis labios ni tu nombre pronuncian.
Hoy mis labios los ocupan los muertos que fueron mis amantes.
Los sueños se llenan de todos ellos llenándome de besos.
Bebiendo de mis senos sus gustos le saben a delicia.
Voy caminando ausente de ti por lugares de sombras y la tuya no la veo,
Se perdió a la mitad del camino cuando no quise llorar tu ausencia.
Tengo las manos llenas de otras vidas con las que viví abrazada mirándome en un espejo.
Y esas vidas me amaron más que tú en otros tiempos.
Y siguen viviendo esa pasión que desperté en otras vidas ajenas a ti.
Sigo viva amando la vida que ya no me deja extrañarte.
Quise amarte con mi vida y tú no te dejaste amar.
Fuiste polvo de estrellas en mis manos y terminaste siendo cenizas.
¿Alguien vendrá? …. ¿Y tú ya te habrás ido?
Alicia Pérez Hernández... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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De nadie seré, solo de ti.
Hasta que mis huesos se vuelvan cenizas
y mi corazón deje de latir”. Pablo Neruda.