A.V

Quien soy yo, sin la dulce melodía de tu voz?; quien soy yo sin la suave brisa que provoca tu respirar.

Quien soy yo sin el néctar de tus labios mojados; mojados llenos de ti y de mi, ese sabor glorioso resultado de tu amor, y el mio.

Quien eres tu?, mujer adorada que me saco de lo profundo, de lo sombrío, y ahora eres la razón por la que yo sonrió. 

Eres la rosa más hermosa de este jardín; eres tú, las alas de ángel que me hicieron volar.

Eres tú,  cariño mío, la mujer que esperaría siempre en el altar.