01-13-1991
LA CONOCÍ UN DIA.
La conocí una mañana
esplendida en primavera,
lucía hermosa y sonriente,
era una niña de cabellos rizos
de quien me enamoré inútilmente.
Un día se fue sin decirme nada
y entonces desde aquel día
la he buscado en cada camino andado,
y al no poder encontrarla
la he llorado y la sigo esperando.
La he buscado para amarla
y darle lo poco que tengo
mi amor, mis caricias, mi ternura
mis besos y mi vida entera.
He rodado por doquier
cual paloma mensajera y agonizante
sin que mis ojos puedan contemplar
su primor de niña bonita,
sin que mis labios puedan tener
el dulce de su boca de rosa.
He vivido amándola, llamándola,
Hasta que un día renuncie
el anhelo de encontrarla
y me alejé del lugar donde la conocí.
Me fui para lejanas tierras
para sacarla de mi pensamiento.
Pero todo ha sido en vano
todo intento ha sido inútil
ahora la amo más que antes
y te seguiré amando C. ADNALOY
AUTOR. Guido German González Villavicencio.