Jhetsefany

Tsunamis de gentucios

 

Ya se dieron los avisos
sobre intenso maremoto
que se activa por remoto
y por canales sumisos.
Listas de espera, permisos
según el orden de tallas,
y muchas, muchas vasallas
con la percepción menuda
sin la más mínima duda
de querer tener medallas.

Nuevos tiempos, nueva gente,
nuevas leyes de manada
con mucha grasa en papada
y poca luz en la frente.
El fin de lo independiente
con trompeteos de bucios,
provoca que salgan rucios
para ocupar los caminos,
y aún por ende anodinos
son tsunamis de gentucios.

Una voz, todos la misma,
todos el mismo tesón,
envases vacuos sin don,
todos, el mismo carisma.
Una intención y la misma,
milicia de enterradores
de los antiguos motores
y las memorias remotas
que han dejado solo en gotas
para los nuevos frescores. 

 

Pero son lozanos tiempos
que traen nuevas mejoras
y hacen más fácil las horas
del devenir ambiental.
El camino ya está arado
para que broten los henos
y se queden bien rellenos
del saber artificial.

El todo vale es la base
para las nuevas gentucias
que sin nada más que argucias
solo sabrán desfilar.
Al son del fácil botón,
de los nuevos proyectores,
se tocaran los tambores
para que puedan danzar.

Qué fácil es el relevo
de lo común, lo ordinario,
lo que resulta primario
en presente y porvenir.
Aquello que se repite
desde el clamor de la grada,
eso que no cuesta nada,
es fácil de sustituir.

 

El eslabón encadena
a toda necesidad,
al deseo, la ansiedad,
lo que sin música suena.
¿Mas quién ve en esto una pena?,
porque está todo correcto
y no cabe ver defecto
en la ausencia de instrucción..
El rebaño pone el don
y los pc\'s, el intelecto.

Jhet