El Corbán

NO EXISTE EL CIELO

En tus ojos, abismo profundo,

pierdo el rumbo, en un eterno segundo.

Olvido el cielo, su azul radiante,

cuando en tu mirar mi alma se queda errante.

 

Tu mirada, de sombra infinita,

es para mi ser la más dulce visita.

Ni las estrellas, con su bello fulgor frío,

Pues debo reconocer que solo en ellos desvarío.

 

En el lago oscuro de tus pupilas,

mi corazón naufraga, mecido en tus mejillas.

El cielo, queda olvidado en su altura,

se desvanece ante tu delicada hermosura.

 

Así, en tu mirar yo me consumo,

y en su hechizo, lentamente me esfumo.

Perdido en tus ojos, que a veces son de hielo,

olvido el cielo, y su inmenso velo.