No enseñaré
a atar cordones
ni a leer o a nadar,
no enseñaré a odiar,
a mentir, ni a pensar,
nunca tendré hijos.
En mí, termina
la condenada existencia,
-maldición de generaciones-
todos mis ancestros
me esperan al final del viaje.
La muerte vendrá por mi un día
y me iré para siempre con ella,
sin dejar más descendencia.
Alexander Elías2024
#SerEscritura