Si por poder, sacrificar pudiera
el alma en beneficio de tus ojos,
a medias dejaría mis antojos
por darte de raíz la vida entera.
Si por pedir, la noche me pidiera
caer para ofrendarte paz, de hinojos
me postraría sobre los despojos
del tiempo que me amaste a tu manera,
y hundiéndome en el fuego del recuerdo,
me afincaría en tu costado izquierdo
formando así un latido de dos caras.
Si por soñar, despierta me soñaras
vencido por llevarte a la victoria,
sería derrotado por la gloria.