angelillo201

Quizás hubo tiempo de salvarlas

Bajo el techo se defendían  del frío viento, 
escuchando pasar el tiempo
dos hermanas.
Nadie se dio cuenta de su aterrador silencio
, ni hablaron ellas con nadie de sus sueños

Ambas se veían forzadas a  elegir,
“ o tener por techo el cielo
o vivir en el cementerio”
cada noche al acostarse,
 sufrían un terror ciego,
  a seguir viviendo debiendo al casero.
Hasta que un día llegó el preludio del  final,
 de lo anunciado en sueños.
La visita del  el casero ,
 les explicó  en el salón su situación,
y  del tiempo que les quedaba en esa casa si no pagaban.

la noticia tuvo la respuesta sosegada,
 de dos rosas marchitas,
 que viven eternamente soñando una muerte anunciada.
Tras salir el casero ,
las cortinas se cerraron  como pétalos de amapolas
Ambas hermanas sintieron  en el alma de la otra;
 la desesperación de seguir viviendo.


Más unidas y fuertes que nunca,
 carentes  de  penas, de alegrías;
  con una determinación limpia, cristalina,
 de hacer realidad lo soñado.


  liberadas  del mañana, teniendo  por  futuro  el pasado.

Abrazada una hermana a la otra,
bendecidas por la melancolía.
Fuertes como nadie dentro de su hogar 
antes de ser desahuciadas,
 se arrojarían al cielo
Dejando contra el suelo  su testamento.

 los ruiseñores desde entonces,
 lloran cantando  en esa calle de Barcelona  desde los balcones
“quizás hubo  tiempo de salvarlas”
El barrio suspira con la melancolía,
 del sonido de las viejas campanas ,
 que despidieron  a las dos hermanas ,
llevadas a hombros al  cementerio antes de ser desahuciadas.
Ángel Blasco.