En mis entrañas,
una marea sorda se agita,
palabras mudas,
en el vacío del pecho.
Un nudo en mi centro,
se enreda mi ser,
el eco del olvido
en mi sangre.
Suspiran mis pulmones,
aire denso y frío,
grito ahogado,
oculto en mi aliento.
Fuego en mis venas,
arde en silencio,
la llama oscura,
abrasa en cada sístole.
El corazón late despacio,
como un tambor roto,
cada golpe un recuerdo,
de heridas vivas.
Mis ojos, espejo opaco
de un dolor sin nombre,
lágrimas invisibles,
quemándome adentro.
Manos temblorosas,
buscan en la niebla,
la piel, un lienzo pálido,
de historias borradas.
Mi mente, un laberinto,
de sombras y ecos,
un mar de pensamientos,
sin rumbo ni consuelo.
Silencio en mis entrañas,
de una lucha sin fin,
cada órgano, un susurro,
cada célula, un lamento.
Pero en la penumbra de mi ser,
una chispa tenue resiste,
un susurro de fuerza,
un latido persistente.
A.B.A 2024 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires – Argentina
Imagen:
Columna Rota – Frida Calo - 1944
Óleo 30x39 cm – Museo Dolores Olmedo