Melissa 94

Il nostro incontro

Cuando él me besa,
los ruidos se desvanecen,
las estrellas moribundas cobran vida
y se posan sobre el techo de mi piel.


Cuando él me toca,
la verdad me miente,
me vuelvo vulnerable
y me rindo a sus nobles deseos.


Cuando Siento la tibieza de su boca,
el sabor de su saliva,
Tiemblan mis adentros.
Es ahí que las caricias no bastan para expresar lo que siento, lo que anhelo y deseo y
Nace en mí, la necesidad de ser suya,
y sí, entre telones y medios tiempos,
lo soy,

porque cuando está junto a mí,
no puedo dejar de verlo,
Adoro cada detalle de su cabello negro, sus gestos, su talento.

Sus ojos se ve magníficos cuando el sol los vuelve dorado.
Su mirada tiene la capacidad de penetrar la mía y acurrucarse en mi alma no solo a mi lado.

Quiero acostarlo en mis pechos y verlo pasar de fase en fase mientras tejo sus sueños.

Porque es Ahí, que me siento viva,

En ese instante tan secreto, y

Tan nuestro.