LA LIBERTAD
Andar, correr, saltar y volar,
todo ello en buena hora,
hablar, escribir, leer y cantar,
un placer que enamora.
Emanciparse, sentir el viento independiente
que te acaricia el rostro, muy vehemente.
Ser autónomo en movimientos,
voluntariosamente soberano,
vivir sin marcados sometimientos,
y brindarle el apoyo a cualquier hermano.
Ser inmune en todo lo que hagas,
sin pedir permisos ni concesiones,
olvidarte de que, si la haces… la pagas,
y disfrutar de todo, sin preocupaciones.
Vivir con abiertas prerrogativas,
con los privilegios reconocidos,
desechar marcadas alternativas,
y marginar los cánones establecidos.
Tener potestad para decidir y evaluar,
ser atrevidamente franco y rebelde,
tener franquicia en todo lo peculiar,
para ser la llama que la mecha enciende.
Ser solo esclavo de uno mismo,
sin dependencia de algunos otros,
poder elucubrar con optimismo,
adornando las crines de los potros.
Viajar siempre a mi antojado albedrío,
ser locuaz, espontáneo y voluntarioso,
para romper las cadenas del severo poderío,
que por místico y devoto es tenebroso.
Toda opresión, o abuso de autoridad
obtendrá en pago el más bello grito: LIBERTAD