El Corbán

POBRE DIABLO

En la sombra acechas, vil serpiente,

con mirada sucia y corazón rastrero,

¿piensas que ignora, inconsciente,

tu deseo oscuro y traicionero?

 

Tus falsos halagos, tu lengua de víbora,

no pueden romper nuestro lazo sagrado,

ella y yo, nuestro amor, ella valora,

te despreciamos, arrogante, eres solo pasado.

 

¿Qué pretendes, carroña, con tu engaño?

Con tus susurros de pestilente aliento,

nuestro amor es puro, sin daño,

y tus tretas caen al efímero viento.

 

Maldito seas, con tu corazón podrido,

tu codicia no nos separará,

ella es mía, y tu rostro hundido,

en el barro de tu vil soledad quedará.