Pilar Luna

ADULACIÓN

Mis ojos oscuros,

aturdidos y poco evolucionados,

con una contracción involutaria

de los párpados rotos,

sólo perciben lo evidente,

una trama sin esperanza

a merced de aduladores,

moscas pesadas

que me atrapan

y se enroscan

como serpientes

ofreciendo la manzana,

y la mentira

puede durar una vida,

pero siempre

aparece la verdad,

tan difícil de esconder,

que todo tiende a su ser,

como la huella de los pies

es atraída

por la fuerza de la gravedad.