Cae la fría noche de impotencia
arropada con el viento tibio
en el dormir encuentro alivio
escaso oasis de complacencia.
Soles blancos exhortan resiliencia;
recorro los caminos prematuros
con pies de plomo es más seguro
sorteando envidias e indolencia.
Corro veloz sin tiempo de atajo
oteando la fila en la travesía
henchido corazón con desparpajo.
El tiempo irreversible, agota suspiro, aliento y tibieza;
es de todos el dolor de cabeza.