Cuando parece que hemos perdido
La habilidad humana de crear
Con mano hábil y dedos firmes
Lo que a la mente le da por bosquejar
Cuando parece que no hay más
La curiosidad nata de investigar
el mecanismo móvil de un objeto
o la perfecta anatomía de un animal
La admiración, la sincronicidad
El sano deseo de replicar su capacidad
En el campo la parcela ya extinta y olvidada
Ha cedido ante enormes fábricas o comercios
Extensas áreas ahora se ocupan del cultivo
Donde grandes máquinas facilitan la labor
Y todo se produce y consume al por mayor
En la ciudad ensordecen y marean al andar
El intenso tráfico, las bocinas
El paso apurado, los anuncios de neón
En el cielo y en el mar quedan marcados
Por las estelas del motor que los enturbia
Y en esas vorágines de complejidad
Entretenida y ausente deja pasar
Su vida entre dramas y comedias
Sin abocarse en indagar o estudiar
La cada vez más frágil humanidad
Podremos tal vez corregir el rumbo
Por cuanto intolerable es ya la vacuidad
Del alma que sumida en confusión
Busca de su existencia la razón
Hundida en un mar de publicidad