Eliseo J Benitez

Aún estoy vivo

Caminos de rocas, tiemblan mis pies; es la sal en los labios que aumentan mi sed.

Rosas rojas van dejando mi hiel; pétalos que vuelan con el viento, se secan al caer.

Se empañan mis ojos, gotean en el polvo del desierto hostil; crea cerrojos desde el principio hasta el fin.

Espera mi alma herida, con lucha y abrumación; detesto la dulce envidia que atormenta mi corazón.

Precioso es el sendero de la agonía, llega hasta la tumba fría mi voz, al envanecer con esa dulce melodía, que todo irá mejor.