Elthan

Purificación.

Purificación.

 

 

 

Hoguera ardiente en la elevación del éter,

flama alimentada de ruinas necrománticas,

desata lamentos y aciagos tormentos,

desvelos nocturnos que desencadenan conmoción.

La indiferencia forma gélidos océanos,

siendo el combustible apropiado.

Gritos de almas perdidas se elevan,

atraídos por llamas interminables.

 

 

Cenizas esparcidas de ilusiones extintas,

desintegradas por vientos fríos e implacables.

Allí el fuego abraza la pesadilla perversa,

que alguna vez fueron dulces sueños.

¡ Toda palabra, cuál cuchillo ejecutor !

Nefasta crueldad emocional, amiga de traiciones,

 desgarradora violencia, mitigas ser dichoso,

heridas pestilentes, sangre, corazones lacerados.

 

 

Sufriente desolación, oscuro calvario,

extraviados en gritos nebulosos y mudos,

el frío glacial de dos, alimenta la combustión,

cada lágrima vertida arde como fuego sin fin.

Llamas apremiantes iluminan lo interminable,

devoradas por el abismo negras llamaradas fatuas,

los sentimientos negativos implosionan,

expandiéndose, destruyendo lo dañino.

 

 

Resultando de esta muerte a la maldad,

emerge lúcida esencia de una verdad sublime,

donde el abismo se colma de resplandor metafísico.

La pira rebosa, incandescencia y calidez,

se funden en desvanecimiento sereno,

desaparece el gris y llanto, remplazado por luz.

Como en ritual se extienden líneas ascendentes,

viajando, ingrávidas, suaves, purificadas.

 

 

Buscan consciencias paralizadas en su invierno,

seres destrozados de risa plástica,

corrompidos por el veneno de la fatalidad.

En penumbra fragmentada encuentran destellos de esencia,

escombros de esperanzas arrastradas,

renacen de la grieta abisal, envueltos en resplandores.

Circundándolas, transformándolas,

purificándolas en tonalidades brillantes.

 

 

Transformándose, desde la oscura tiniebla,

trayendo nuevamente la serenidad del ser,

entre anhelos y la visión del azul cielo despejado.

Sienten como rebosa de dicha auténtica el espíritu,

recordando la maravilla de poder vivir,

compartir con quienes te aprecian tal como eres.

Como el alba dorada, el ser se alza en llamas de libertad.

Por siempre alas desplegadas, sueños sin amarras.

 

 

 

Elthan.