La tela (Romance)
I
Sus hilos de fina seda
son duros como el acero,
sostienen a la familia,
al linaje por completo,
apacigua tempestades
y los conflictos internos,
es la poderosa tela,
que arropa su fiel proyecto,
de unas emociones firmes
y serenos sentimientos.
II
Es la madre quién la teje,
la remienda sin bostezos,
asegura el contrahílo,
la urdimbre, también los flecos,
para un retazo enmarcado,
sin ningunos cabos sueltos.
Y será ella quién la cose,
con mesura, amor y esmero,
de vivas fibras alegres,
la embellezcan de contento.
III
Máma, di: ¿por qué te has ido?
tus tramas caen en tiestos,
dónde crecen las envidias,
forman ovillos de celos,
apuñalan la empatía,
escupen hasta al enfermo,
viles con sus escopetas,
recargadas de desprecio,
apuntan, disparan, hieren,
con la bala del silencio.
Y a nadie les falta trapos,
poseedores de puestos,
menos yo al caer doliente
en las sierpes de los tiempos.
Mas: ¿eso a quiénes le importa?
el bledo es colega de ellos.
Renace doña avaricia,
Ave Fénix del apego,
cebando la barahúnda,
la manada sin manejo,
que deshilachan las sangres
del núcleo primigenio.
IV
Encogido. Ya te fuiste,
rápida como el vencejo,
la tela se fue contigo
al lejano firmamento.
Aquí las hebras quedaron
baboseando complejos,
miradas sin hilvanar,
y de caminares tuertos.
Y yo esperando una luz
que me ensueñe los senderos,
me pinte una nueva brújula,
componga los desperfectos,
me aleje la pesadilla,
que arrastro durante tiempo,
de ser juguete perdido
en mitad del universo.
José Ángel Castro Nogales
© Derechos de autor reservados
22/07/2024