Fernando Huarca

De otra tierra/ (A Michelle Grandville C.)

Camino largo;

que en el andar hacia mis sueños

se atraviesa con espinas;

aquel que, al hablar, me responde: testarudo.

 

Esperaba con quien compartir la vida,

en la búsqueda de aquel cariño,

recordé la gracia de mi infancia

implorando que vuelva a mí la esperanza.

 

Mis palabras son como súplicas desesperadas,

para oírte en voces prestadas, aunque sea.

Creo verte entre la gente que te rodea,

como una luna sonriente o una aurora despierta.

Disculpa este vano proceder:

cierro en silencio mis ideas y ahogo mí sentir,

porque te siento tan apartada y de otra tierra.

 

Cuando el corazón vuelve a latir

se apagan los tristes timbres de aquellas

voces ajenas, y mi canto es para ti.

 

Quiero guardar este anhelo entre tus manos;

luego, que estas palabras broten de tu boca

y se parezcan tanto a ti.

 

Creí llegar por el camino largo

ensalzado en cada paso por el aroma

y los colores de las flores que te bordean.

Ninguna me dio razón para continuar

ni para descartar mis ansias.

 

Solo y torpe con mis ojos bajo tus encantos,

descubrí cuanto hace falta el cobijo de una familia

sobre este frío caldo de soledad.

 

Abriste mi corazón sin nuevas riendas,

él perdido en la añoranza

¡clama tu atención y tu mirar!

 

Escribo para que mi silencio se apague

por el bello brillo de tu risa dibujada en un poema.

 

Creí llegar a ti por el camino largo que se pierde

zigzagueante en su horizonte oscuro,

donde se ahogan los rediles de mi dicha.

 

Hablo, hablo, hablo… para que alguna palabra mía

te diga: ¡te quiero!

y sin recitar melancolía se devuelvan tus deseos

sobre esta boca mía cansada de esperar…

para que me oigas y me des un beso.

 

Creí que en el camino largo

encontraría tus sueños y los míos

cruzarse en cada esquina,

hablando sobre senderos llenos de cuantía.

 

Te pienso como esta suave brisa

que por un segundo me acaricia y se va…

Extraño aquella la de febrero, la que saludaba

con las palabras de una azul mañana,

con la alegría del mediodía y la sonrisa de la luna.

 

¡Quisiera decirte todo!

pero cuantiosas palabras no bastan…

tampoco una sola frase para expresar este anhelo.