Me adueñaré de ti y de tus besos…
Esperé por ti toda la vida… Llegas y no dices nada y tan pronto te vas??
Solo dejas tus sueños en mi almohada que se juntan con los míos para soñarnos eternamente.
Y soñarte es una locura, no quiero despertar, prefiero ser una demente y tú seas mi loco.
No te puedo olvidar y en mis sueños de fantasía te amo mucho más de lo que ya te amo.
Pero te juro que me adueñaré de tu cuerpo y todas las noches te haré el amor hasta quedar rendidos,
Para que seamos felices entregándonos en cuerpo, alma y espíritu y sentirnos completos,
En la eternidad que el amor nos une, por mandato de Dios, ser uno y no dos llenándonos de amor.
Me adueñaré de tu boca, para quedarme con el sabor de tus besos y reconocerte entre miles,
Que solo a mi me has dado ricos besos, en otras bocas, solo dejaste babas de mi pasado por desvarió.
Me adueñaré de tus ojos porque en ellos me he reflejado las miles de veces que en ti me he mirado,
Ojos bellos y oscuros, que a mi me han hechizado y de tu mirada coqueta me he enamorado.
Me adueñaré de ti, de ti, de ti ahora que tu amor me ha llevado a la locura,
Y en mi demencia deseo ser toda tuya y que tú seas todo mío, mío solo mío,
Saberte mío quiero en todos mis sueños para sentirte encima de mi cuerpo noches enteras
de pasión, recuperar el tiempo que no te tuve porque en tus osadías, te fuiste a ser de otra.
Amaste la luna en cuarto menguante, y cuando te cansaste a mi regrésate…
Yo fui de otros, pero igual, siempre en ellos vi tu rostro, y en voz baja repetía tú nombre,
sabiendo que no podía olvidarte ni en esta vida, ni en la otra, porque venimos de otras vidas, amándonos,
Somos almas viejas, que el destino juntó en el universo donde se decretan los sueños de los enamorados,
Donde las vidas se juntan para estar eternamente unidas y no hay lunas, ni soles, que separen ese amor.
Me adueñaré de ti, de ti, para amarte siempre y teniéndonos de tu semilla te daré un hijo.
Nos equivocamos de rutas, nos deslumbramos mirando otros ojos sabiendo que el destino
Ya había marcado nuestros encuentros, desde donde nace el universo, nos juntó en planetas y en otros
cielos, y en otras lunas, y en otros soles para crear nuestro propio mundo y ser dueños de nuestros
Sueños, de nuestros cuerpos entregándonos al placer de tenernos, amándonos sin confusiones
Porque somos dueños desde donde nace el sol hasta donde se pone para tenernos en la eternidad
De los que duermen amándose y son dueños de sus almas y de sus vidas para existir en el universo.
Cuantas locuras se me ocurren en los sueños que soñamos desde que llegaste a quedarte en mis sueños.
Alicia Pérez Hernández... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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Yo no quiero morirme sin saber de tu boca.
Yo no quiero morirme con el alma perpleja
sabiéndote distinto, perdido en otras playas.
Yo no quiero morirme con este desconsuelo
por el arco infinito de esa cúpula triste
donde habitan tus sueños al sol de mediodía.
o no quiero morirme sin haberte entregado
las doradas esferas de mi cuerpo,
la piel que me recubre, el temblor que me invade.
Yo no quiero morirme sin que me hayas amado.