Ahora que mis ojos pueden Verte
que mis labios sucumben ante los tuyos
jamás debí tener la osadía de llamarte
simple y mera casualidad.
Hoy que en silencio abrazo mi soledad
en las tardes melancólicas y lluviosas
cuando tus ojos vencen a la luz
entiendo que eres el lucero de mí destino.
Ahora que mi corazón sangra
cuando la distancia hiere mi alma
sentado en la ausencia de tu recuerdo
no debí llamarte ilusión perdida.
Ahora que la distancia sonríe sarcástica
porque no puedo abrazarte ni besarte
que mi amor se sublima en el tiempo
no debí despedirme de tu vida.
Ahora que la tristeza se apodera de mi alma
y el tiempo borra mi historia
siento que la primavera se desvanece
y sólo el invierno se queda conmigo.
Ahora que llegué a amarte
siento que mi vida se convierte en rocío
que al amanecer se diluye
dejando sólo suspiros extraviados.
Lima, julio 22 del 2024
AUTOR: JAVIER SOLÍS
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