Eco
Esto que me viene como un deseo,
como una fe,
como una ciencia;
esto que tiene un nombre,
una existencia,
un domicilio
y que se te parece tanto,
tanto a vos,
que en las mismas palmas de tu mano
existe un trazo del camino.
Esto que sabe a la locura
y tiene ese sazón extraño,
esa fragancia inusual
que arremolina las emociones
y las sustancia en una entidad
que también sabe, pero a néctar
y que vive,
se mueve
y se desarrolla fielmente
como un prodigio,
como un asombro,
como un sustento
y que se te parece tanto,
tanto a vos
que te duplica en los espejos
y me viste los ojos
cuando te veo.
Esto, que me asalta como bullicio,
como una fiesta;
esto que es como una reunión,
una juntura
y que trasnocha por mis sueños
sus procesiones,
sus comparsas,
sus comitivas
y que se te parece tanto,
tanto a vos y a tu musiquita,
que es como tu voz la que me llama
y la que te fructifica
palpitando tu retumbo
como si fueras un eco.