Que pena pero no puedo más, porque en la noche de ayer mientas pensaba en ti como de costumbre, las mismas preguntas repetia, ¿Como estarás? y ¿Qué estarás haciendo? Y mi mente como pocas veces me quiso e irrumpio preocupado preguntando al corazon, ¿Cómo estás?, ¿Que te estás haciendo?
Que al final, ¿De los dos?, Soy yo quien sufre más, porque incluso me despido de ti en este poema, mientras sujeto firme al corazon que aferrado quiere verte, mientras tu me has olvidado, a mi y a este moribundo amor
Y aunque mucho quiera no puedo, no quiero y no debo odiarte, aunque de razones no sea mi impedimento, no odio lo que ame si lo que ame me hizo feliz ¿Cómo odiar entonces a la felicidad que me daba tu risa o besos?, ¿Como dejarlos ir? Dicidido pues, como cobarde me alejaré y rogare por qué algún día Dios se aburra de mi y se busque en otro hombre de buen corazón a quien hacer sufrir, esos con los que les gusta jugar
Se que no es fácil, es difícil, fácil sería decir olvidarte, difícil seria hacerlo y seguir viviendo, entonces dime tú, además de alejarme ¿Que mas debo hacer?, ¿Ya lo ves? Estoy jodido, jodido y con pena, pena por tener conmigo el deber de borrarte y contigo por qué no te importo y nunca te importe, asi que con algo de fe talvez ahora puedas entender mi muy amarga pena.