Victoria Sofia Sanchez Molina

“Poesía Mala”

Uno, la luna testigo en mi ventana,

Como este verso de mis manos se resbala,

La poesía en mi cuerpo se retiene, es espesa y concentrada.

 

Dos, se acumula hasta que en una noche cualquiera de mi alma se manifiesta,

Sale a correr,

Fluye ciega y desesperada.

 

No estoy segura si cuento sin problema,

O cuento problemas,

Que no sé resolver,

Que no quiero resolver.

 

Tres, siempre pensé que la poesía era mía,

Que nuestros encuentros por las noches,

Eran sanguinarios, dulces, feroces, privados de estrés.

 

Uno dos y tres, 

Quizá temo a escribir poesía mala,

Luna mía,

Luna clara no les cuentes,

Que ya cuento sin problema, 

Poesía retenida en el alma,

Bien adentro de mi ser.

 

Cuatro, me equivoqué,

La poesía no me pertenece,

Mis palabras solo sirven cual performance,

Sin balance,

Para expresarme de la manera más violenta y sutil.

 

Cinco, mis palabras son complacientes, dulces y amargas,

Por eso solo salen cuando el público las aclama,

Y los aplausos son garantizados,

Son para mí.

 

Seis, cansada estoy de guardarlas en cajones llenos de lágrimas, 

Y euforias no codificadas,

Siempre jugar con ellas cuidadosamente cual partida de ajedrez.

 

Cuatro, cinco y seis,

De ahora en más dejaré correr,

Verteré la inspiración,

Haré un desastre con ella, 

De manchar mis manos no temeré, 

Y que la luna sea testigo, 

Como cuento sin problema que la poesía mala es necesaria,

Y coexiste con la poesía buena para llenar mi ser.