Estuve a punto de dormir
cuando entre mis párpados
tu imagen llegó, de nuevo
el insomnio mantuvo atados
mis deseos que bailaban
entre las sombras, marcados
con la cicatriz de tus besos.
Con la furia de mis caricias
te arrebato un suspiro
mientras la fantasía llega
tu piel tibia da un respiro
lento, besando tu boca
diciendo mi nombre en conjuro
la ilusión oculta en un lirio.
Hice el amor con tu fantasma
para salvar la soledad
para no morir de costumbre
y vivir en tu eternidad.
Sin embargo, luego de saciar
mis instintos en la levedad
de un ser inmaculado
abro los ojos, esta enfermedad
me consume paso a paso
en la locura y su inmensidad.
Te busqué en las sábanas
te busqué en mis sueños
pero no estabas allí
ni tampoco en los rueños,
ni en el closet estabas
tampoco en los libros
tuve que mandarte un mensaje
para al menos sentirme vivo.
Aun así, no contestaste
y mi alma dejó salir un grito
a partir de allí comprendí
que en tu vida soy un mito
olvidado que se desvanece
en las líneas del tiempo...
ahora mis lágrimas brotan
los lagos perduran con el eco
de tu voz, en el orbe
imaginario de mi trémula boca.