Nos abandonamos sin darnos cuenta
y nuestras frases dejaron de fluir,
convertirmos nuestras vidas en una tormenta
con destinos distintos hacia donde huir.
Compramos billetes hacia el mutismo,
y el silencio lentamente apareció,
dialogando con nosotros mismos
con frases que el pensamiento atrapó.
Olvidamos inconscientemente al amor
prometido al inicio con gran pasión,
pero las frases de nuestro silencio
en cada momento nos lo recordó.
Ya no conversamos con el silencio,
hace tiempo que mudo se quedó,
el silencio ya no encontraba respuestas
y sigilosamente de nosotros se alejó.
José Antonio Artés